domingo, 31 de enero de 2016

Carta a un hijo adolescente



Caracas, 3 de diciembre de 1991

Querido hijo:

Ya vas dejando de ser niño -bebé querido- para comenzar a ser hombre.

Que bueno que no te han afectado los brinquitos de la adolescencia. Creo que no has tenido que demostrarnos tu rebeldía porque posees un hogar bien grato, con tus padres y tus hermanos dándote amor y comprensión.

Es hora de que empieces a tomar tus propias decisiones en función de tu futuro. Debes poder responder preguntas como: qué aspiras ser en la vida, a dónde quieres llegar, para qué misión te puso Dios en el mundo? Como ser individual e irrepetible debes aprovechar los talentos que Dios te ha dado, porque si los desprecias habrás perdido la oportunidad de realizarte como hombre.

No te dejes llevar por el facilismo, la flojera, el conformismo y la indolencia. Por el contrario, debes esforzarte en trabajar duro, ahora como estudiante y mañana como profesional, en ser tenaz, constante y sobre todo honesto contigo mismo y con los demás.

Debes tener una responsabilidad fuerte para no dejarte arrastrar por el placer y el consumismo. No puedes dejarte confundir por la imagen que transmite la publicidad acerca de los supuestos triunfadores en la vida, es decir aquellos que andan en lujosos vehículos, con bellas mujeres, consumiendo licor y vacacionando en los mejores hoteles del mundo.

Esa es la forma como se valora al hombre: "dime cuánto tienes y te diré cuánto vales". No te conformes con aceptar todos los mensajes audiovisuales, escritos y hablados, que recibes sin analizarlos y compararlos con tu escala de valores.

Busca incesantemente la verdad y compruébala por tí mismo. Recuerda que nadie es poseedor de la verdad absoluta, pues toda verdad es relativa dependiendo del ángulo con que se mire. Nunca tengas miedo en defender tus principios y actuar de acuerdo con lo que te dicta tu conciencia. Ella será tu guía y tu mejor consejera.

Si no puedes resolver algun problema por tí mismo, acude a tu mamá o a tu papá. Si ellos no te lo pueden resolver recuerda que Dios siempre está con los brazos abiertos esperando recibirte cuando tú lo necesites.

Te quiero mucho.

Tu papá.

1 comentario:

nosotros dijo...

todo muy cierto, besos